Aunque la higuera no florezca, aunque toda la tierra se estremezca, aunque lo que pida no suceda, yo sé que tú eres fiel. Me deleito en ti porque tú sabes lo que necesito, mi buen Señor.

Le pediste a Dios que te liberara. El abrió la puerta. Ahora estás mirando el desierto y preguntándote si Egipto realmente era tan malo. La respuesta es SI, lo era. Sigue caminando.

Habla vida sobre las personas. Recuérdales quiénes son en Cristo. Ora por ellos. Ofrece gracia porque tú también recibiste gracia. En un mundo donde el enemigo está constantemente hablando mentiras, elige hablar vida sobre los demás.

Dios lo hará porque Él es fiel para hacer lo que dice. 1 Corintios 1:9

Los años de José como esclavo en Egipto y los días de Moisés en el desierto no fueron tiempos perdidos ni interrupciones en los planes de Dios; fueron entrenamientos de fe y carácter para el propósito predestinado. ¡Tus días difíciles tampoco lo son!

Recordatorio para tu corazón No necesitas tener todo bajo control para estar en paz. A veces lo más valiente que puedes hacer, es soltar y confiar en que Dios ya está obrando, incluso en lo que aún no entiendes.

Cuando pones a Dios como prioridad, todo en tu vida se ordena. A menudo buscamos primero lo material, la aprobación o nuestras metas, y terminamos vacíos. Pero al darle a Dios el primer lugar, entiendes que Él sabe lo que necesitas antes de pedirlo. Mateo 6:33 Esa es la promesa.

No entendía mi proceso hasta que leí este versículo: 2 Corintios 1:4 Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros.

Dios te prepara para la Bendición antes de dártela. Esa preparación es esencial para que puedas recibirla sin perderte del propósito que Él tiene para ti. A veces te permite ver el destino, pero aún no llegas, porque el camino también es parte de tu formación.

Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo. Romanos 12:17 -18

Deja de preocuparte por eso. Abrí un camino para ti la última vez, y lo haré otra vez. Levántate y comienza tu día. Sea lo que sea lo que te preocupe, tengo un plan. Soy más grande que tus miedos. Estoy contigo. Soy más fuerte que los obstáculos frente a ti. No te dejaré; Ten fe.

Si las cosas no salen como yo quiero, Si Dios guarda silencio, Si se cierra una puerta, Si no llega algo mejor, Dios sigue siendo bueno.

Ora por discernimiento espiritual, porque cuando Dios hace una promesa, el enemigo viene con un plato parecido. Y si no conoces el banquete del Rey, puedes terminar conformándote con las migajas de una imitación vacía.

Obedecer a Dios no siempre será fácil, pero siempre será correcto. Su voluntad no busca restringirte, sino liberarte. Cada paso de obediencia que das es una semilla de bendición que Él hará crecer en Su tiempo perfecto.

Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver. Hebreos 11:1

La tormenta no mata. Lo que mata es no tener a Jesús en la barca. Todos pasamos por tormentas. El viento golpea, las olas se levantan, el cielo se oscurece... pero el verdadero peligro no es lo que está afuera, sino a quién tienes adentro.

Hay algo que Moisés entendía muy bien... que sin la presencia de Dios, todo esfuerzo es en vano. La paz verdadera no está en el lugar... sino en con quién caminas. Solo Su presencia nos guía con propósito y seguridad. Éxodo 33:14-15

Los mayores milagros suceden en el desierto, porque ahí es donde Dios te deja sin plan B para que confíes solo en Él.

Ya hiciste esa oración, ahora permite a Dios enviarte la respuesta. ¿Cómo? Creyendo con todo tu corazón. (Marcos 11:24) Esto significa, aceptar indudablemente que de alguna poderosa manera, Dios va a obrar. Quizás desde donde menos lo esperes o tal vez de quien menos te imaginas

De Gedeón aprendí que el valor no es ausencia de miedo, es dar el paso aunque tiemble todo por dentro. Y es que Dios te llama conforme a lo que puso dentro de ti, no conforme a tus temores.