Ay, el oro, la fama, el poder...
Todo lo tuvo el hombre que en su día se autoproclamó el rey de los piratas, Gol D. Roger, mas sus últimas palabras no fueron muy afortunadas: '¿MI TESORO? LO DEJÉ TODO ALLÍ, BUSCADLO SI QUERÉIS. OJALÁ SE LE ATRAGANTE AL RUFIÁN QUE LO ENCUENTRE'