si me interesa alguien, no me convoca su discurso común, su mirada terrenal y convencional. Yo quiero escuchar sus miedos más quebradizos, su barro psíquico, su pregunta más arrogante, su sombra más angustiante. Es algo así como decirle: te quiero escuchar más allá de tus muros.

amistad es identificarte y diferenciarte a la vez, como todo vínculo de amor. Pero hay algo en la amistad que se burla de todas las relaciones convencionales: se teje otra libertad, incluso se configura un escape justificado de la realidad. En fin, es un refugio ante tanto mundo.

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la pregunta desorienta a las certezas, nos cambia de lugar y pone a jugar las ideas más rígidas. Por eso es tan importante hacernos preguntas, porque nos invita a recorrer otras perspectivas y nos recuerda que todo crecimiento empieza justamente a partir de una nueva pregunta.

se demanda mucho la idea de decirlo todo, de no quedarnos con nada por dentro. Como si fuera posible decirlo todo, pues en realidad siempre nos quedamos a mitad de camino al momento de expresarnos, especialmente cuando se trata de aquello que nos afecta emocionalmente.

El neurótico confunde imposibilidad con impotencia. Se paraliza frente a lo que no puede, como si fuera una falla propia y no una condición del vivir. Confunde el “no todo se puede” con el “no puedo”.

la delgada línea entre sentirte muy sensible y la vulnerabilidad emocional que te conduce a una hipersensibilidad abismal.

de vez en cuando extraño esa mirada ingenua que solía tener para habitar la realidad. Mirada que poco y nada caía en lecturas mentales en busca de un sentido puntual, pues simplemente me dejaba atrapar por realidades evanescentes y efímeras cargadas de intensidad y ya. La vida.

Lacan, el fenómeno psicótico (seminario 3):

la madurez no es consecuencia del tiempo cronológico, sino más bien de una sensibilidad reflexiva que nos permite leer y releer nuestras historias desde un enfoque más dinámico. Pero para ello es necesario que dicha sensibilidad se vuelva más nítida, es decir, más analítica.

la importancia de flexibilizar el pensamiento, de no cerrarnos en una postura rígida, de abrirnos a la duda reflexiva, de poder resignificar e incluso cuestionar lo que pensamos. Amigarnos con la ambivalencia inevitable que existe entre la respuesta y la pregunta.

a veces el otro no está en condiciones de hablarte acerca de un dolor porque no puede soportar la angustia que implica poner en palabras su malestar. No importa qué tan comprometido sea el vínculo que tengan. De ahí la importancia de no insistir y respetar los tiempos del otro.

amor también es hablar libremente con alguien y saber que nuestras conversaciones son realidades que tenemos que cuidar a toda costa. Conversaciones que quedan bajo llave y no salen del vínculo. De esto se trata la confianza mutua, de cuidar la complicidad que nos une.

no existe una realidad universal. Cada cual edifica su realidad según sus recursos, vivencias y singularidades. Esto no implica quebrantar el lazo social que nos integra a todos. Simplemente es comprender que cada cual interpreta el mundo según su propia posición subjetiva.

puede que no te gusten algunos rasgos del otro, sus modos de responder a tus preguntas y demandas. Su realidad subjetiva no siempre puede coincidir con la tuya. Sin embargo, hay un afecto que te une a su realidad, algo que está más allá de tu demanda en sí: tu deseo de amar.

nunca está de más decirle a alguien algo positivo acerca de su persona, su forma de sentir, pensar o lo que sea que consideremos significativo. No nos olvidemos que también nos construimos a través de las palabras, miradas y reconocimientos que recibimos de los otros.

lo bello de compartir una especie de lenguaje particular con una persona significativa, un lenguaje que no se detiene en lo común y corriente sino en aquello que está más allá de lo mundano. Cuando nos involucramos mutuamente desde la ternura sedienta de nuevos significados.

en terapia también registramos que hay una escena que se repite una y otra vez, una escena que se vincula con alguna historia insostenible, relación o lo que sea. Eso que se repite (que no se reduce a la escena en sí) es el síntoma que sirve como brújula para la cura analítica.

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un vínculo no se sostiene únicamente de la comunicación, sin embargo, hablar las cosas es el punto de partida para recordar que todo vínculo está atravesado por distintas realidades que necesitan de la comunicación para poder enlazarse.

me gustan las personas que saben cuidar la confianza mutua por medio de la palabra y los hechos. No desdibujan lo que dicen y hacen, no invalidan ni minimizan lo que decís y hacés. Asumen un compromiso afectivo y se involucran.