ᅠ ⠀ ⠀ 𝖪𝗈𝗆𝖺𝗇𝗈 𝗠𝗮𝗻𝗮𝘁𝗼. ⠀ ⠀ 𝑩𝒓𝒊𝒏𝒈 𝒊𝒕.ᐟ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀

Oh? Was that the reaction you were expecting? I’m guessing they twitched, didn’t they? — He twitched his ears a bit after saying that, and his tail as well. — Just imagine if I blew air behind your ear. It would feel funny, wouldn’t it?

. . . — Tembló ligeramente. No le molestaba, pero no lo esperaba. — ¿Phoebe? ¿Tiene algo mi cola? Hmh. . .

Heh . . . de verdad. — Volvió a reír, más por la manera en que le tomaba la mano. Se acercó y, sin pensarlo, dejó un beso sobre su frente. — Tu compañía es... una muy linda.

Sounds like a good challenge. I swear I’m used to it. — He enjoyed spicy food, and after all the times Yuzuha had gone overboard while teasing him, he’d built up more than enough tolerance. — So, what else can I know about you, Maki? I’m curious.

+ them, not anywhere nearby. Manato turned to her once he felt the danger had passed. — … You ran pretty fast. You actually managed to dodge them.

+ of person who ask for things for free. — You don’t have to, though. If you want, I can treat you. I don’t mind. — He suggested it casually, even though he was already making plans in his head. Still, his focus stayed on the road. But… no one was coming. Not toward +

Sure, you don’t owe me for the ones you dropped at the resort anymore… but you 𝑐𝑜𝑢𝑙𝑑 pay for new ones after this favor, don’t you think? — His eyes shifted between her and the path ahead, a small laugh slipping out; he was only teasing her a little. He wasn’t the type +

Heh, me pasa igual. Aunque... no quita que sea extraño. Sucede demasiado. — Se alzó suave de hombros. Risa soltó, antes de hablar. — ¿Puedo tocarlas?

— His ear twitched side to side, his face turning to look at her. — Hm? Do you want to touch them or…? This feels kinda funny.

+ behind his back, his gaze returning to the front as he scanned for anyone heading their way. — Just… don’t push me again, alright? Or… they’ll spot you. — He let out a laugh at his own joke, still looking ahead. — You can make it up to me later with a couple of drinks.

Mhmm? — He listened to her and turned his face to look at her; it was a possibility, but he knew it wasn’t wise to let his guard down. — Well, maybe. Still… get behind me. If they get too close, I’ll hit them before they even see you. — Manato used his hand to guide her +

+ colocando sus manos sobre su propia cintura. — ¿Eh? ¿Qué otras cosas pediste. . . ? — Cuestionó. No porque lo hiciera, sino, por saber si le alcanzaría. Suspiró por ello, volviendo a mirarle. — Está bien, Bonnie... aunque vas a dejarme pobre a este paso.

— Por un instante pensó que iba a retarle por lo del helado, pero se relajó al saber que no era el caso. Notó como se quitaba el chaleco y le dejó la vista encima. Aunque desvió rápido la mirada, tampoco quería verle demasiado. Escuchó como pudo lo último que ella dijo, +

No es la primera vez que me pasa, así que no te preocupes. — Tomó de menos el tema, riendo al igual que ella. Observó sus orejitas, ladeando su cabeza. — Imagino que a ti también te pasa seguido.

Oh? For real? If you put it that way… then let's order them. — He let out a laugh. He called the waitress and ordered the spicy-sauce dumplings, along with a couple of teas. After that, his attention went back to Maki. — Whoever cries first, loses.

+ tienes muchos pequeños fanáticos por ti... y enamorados, por supuesto. Su primer crush. — Suaves risas salían de su boca. Pareció celoso, pero, no lo estaba, no de niños. —

+ aligerar la conversación. — Que lindo tomatito estás hecho, Rini. — Se metió con ella, pero, él también lo estaba. Aprovechando estar a su lado, se acercó y besó su cabecita por la cercanía, para reír suavemente tras eso. — ¿Entonces a ti te gustan los niños? Seguro que +

+ e improvisada. Aunque, lo de ser "padre" lo hizo temblar. Ni se lo imaginaba, pero ahora tenía el pensamiento en la cabeza. Ahora él también era un tomate, haciendo juego con el rostro de ella que, también, brotaba tantos colores como eran posibles. Risa soltó, para +

Oh, sí, me gustan. De hecho, tengo dos hermanitos. . . que bueno, no son mis hermanos. Son dos buenos niños que viven conmigo, y me encargo de cuidarlos. — Soltaba. Lo había hecho porque no quería que pasaran por lo que él pasó, y, además, eran una pequeña familia feliz +

+ en unos minutos, tú sólo. . . disfruta de la vista. — Reía bromeando, pues, no había nada que ver. Pero, él quería hacer todo. Quería sorprenderla. —