descubrir ciudades,
compartir domingos,
comprar el pan,
regalarte libros,
salir a cenar,
echarte de menos,
escribirte cartas
cuando estemos lejos;
en definitiva:
ir viviendo teniéndonos cerca,
de algún modo u otro
tenernos bien cerca.
qué duro cuando es la persona pero no el momento. y tienes que soltar, dejar marchar. y seguir como puedas. qué golpe darse cuenta de que querer no es poder.
te sueño, te imagino,
te pienso, te saco a bailar
—la imaginación borra kilómetros—
tú, en una punta de la canción
yo, en la otra.
la distancia es un poema,
pronto te lo leo
al oído.
Mientras todos levantaban la cabeza
para mirar los fuegos artificiales
yo la giraba
para mirarte a ti.
Ellos miraban al cielo
pero se estaban perdiendo el espectáculo.
me gusta mirarte
y descubrir que me estás mirando.
me da la risa,
me suenan los huesos,
florecen mis venas.
tú y yo de lejos nos miramos
y entramos en un baile
que nadie más puede ver.