3. Me ató las bolas, las puso a la altura de la mesa y cambió las reglas: "Gana el juego quien más bolas pegue en las bolas de él". Me esperaba una noche muy dolorosa.
1. Mi misión como buen sumiso es cumplir los caprichos del Amo. Y al Amo le gusta dejarme encerrado todo el día en una pequeña jaula, para recordarme que no soy humano. Es más, tengo menos derecho que un animal.