LA JUSTICIA.Este arcano no castiga: equilibra. La Justicia representa la ley universal de causa y efecto. Enseña que todo acto genera una consecuencia, y que la integridad personal es la base de toda evolución espiritual auténtica.

Mago en un rectángulo mágico invocando un Espíritu Mercurial, Alfonso X, Libro de Astromagia, Biblioteca Vaticana, MS Reg. lat. 1283 ª , f. 36 r.

LA RUEDA DE LA FORTUNA.Los ciclos cambian, la vida gira. La Rueda de la Fortuna enseña que todo lo que sube puede bajar, y viceversa. Lo importante no es aferrarse al movimiento, sino encontrar el centro que permanece. El sabio observa el giro sin perder el eje.

EL ERMITAÑO.El retiro voluntario no es huida, es madurez. El Ermitaño simboliza la sabiduría que nace de la experiencia y la introspección. Con su linterna, ilumina el siguiente paso, no todo el camino. Enseña a avanzar desde el silencio interior.

LA FUERZA.No se trata de vencer, sino de integrar. La Fuerza representa la maestría interior que calma las pasiones con compasión y firmeza. Es el símbolo del dominio del instinto sin represión, guiado por una conciencia elevada y paciente.

EL CARRO.Movimiento con dirección. El Carro enseña que para avanzar hacia metas elevadas hay que controlar las fuerzas internas opuestas. Solo quien domina sus impulsos y mantiene la mente centrada puede convertirse en verdadero conductor de su destino.

LOS ENAMORADOS.No se trata de una historia de amor, sino de una decisión profunda del alma. Representa el dilema entre caminos, la elección entre lo cómodo y lo verdadero. El amor, en este arcano, es la fuerza que impulsa al alma a unirse con su propósito.

EL HIEROFANTE.Es el puente entre lo humano y lo divino. El Hierofante transmite enseñanzas que han sido preservadas en el tiempo. Representa la tradición espiritual, la sabiduría ritual, y la importancia de honrar el conocimiento que nos precede con discernimiento.

EL EMPERADOR.El orden, la estructura, la autoridad interior. El Emperador representa la capacidad de sostener un propósito con firmeza. Enseña que el dominio del mundo externo empieza por el dominio del mundo interno. La solidez nace del equilibrio.

LA EMPERATRIZ.Símbolo de la creatividad y la abundancia, la Emperatriz representa la inteligencia fecunda de la naturaleza. Nos enseña a gestar ideas, emociones y proyectos desde el corazón. Es la madre arquetípica que nutre, protege y da forma a lo invisible.

LA SACERDOTISA.Silencio, intuición, sabiduría velada. La Sacerdotisa guarda los secretos del alma y del inconsciente colectivo. Nos recuerda que no todo se puede comprender desde la razón. Hay verdades que solo se revelan en el recogimiento interior.

El Mago domina los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego. Nos enseña que para manifestar una intención debemos alinear pensamiento, emoción, cuerpo y voluntad. El Mago no espera milagros: los provoca desde su conciencia despierta.

El Loco no es insensato, es el Espíritu en estado puro, antes de entrar en la materia. Representa el potencial infinito, el alma que inicia su camino sin condicionamientos. Es símbolo de libertad interior, apertura al misterio y confianza profunda en el flujo de la vida.

Si triunfa la pareja Alquímica se transforman en Ángeles o Reyes de la Creación, por ello las coronas.Solo así podremos hacer florecer el Árbol de la Vida de cada operario Alquimista. Nuestra pureza debe de vencer al Dragón o guardián que custodia el fuego en nuestro interior.

Cuando ambos se unen sexualmente, se integran en una Unidad Divina.Por ello la Estrella de 8 puntas sobre sus cabezas y las columnas de cada uno en íntimo contacto, pues la raíz de la Columna es la kundalini misma y la conexión de el Chacra base en su forma física es el Sexo.

La Operación Perfecta de la Alquimia se basa en la sublimación perfecta de los 4 Elementos de la Naturaleza .Las Palomas representan el Aire.La Llamarada el Fuego.La Serpiente la Tierra.La Copa el Agua👇

En la medida en que acepto lo más bajo de mí (precisamente ese sol rojo y brillante de las profundidades), el sol superior también se alza. Por lo tanto, quien se esfuerza por alcanzar lo más alto encuentra lo más profundo. ― Carl Jung.Arte de Aaron Nakaharabn.

Cuelgas entre estos dos polos. En un movimiento inconmensurablemente aterrador, la suspensión, estirada, se agita hacia arriba y hacia abajo. Así, tememos lo más bajo, pues lo que no poseemos está eternamente unido al caos y participa en su misterioso flujo y reflujo.

En ambos extremos hay fuego y brasas ardientes. Lo de Arriba es ardiente y lo de Abajo es ardiente. Entre los fuegos insoportables crece tu vida.

Si acepto lo más bajo de mí, derribo una semilla al suelo del Infierno. La semilla es invisiblemente pequeña, pero de ella brota el árbol de la vida, uniendo lo de Abajo con lo de Arriba.