A partir de esta noticia podemos ver la realidad detrás de las triunfantes declaraciones sobre la modificación de la ley del aborto: que el derecho a abortar sin sufrir violencia por el camino queda lejos de ser poco más que papel mojado para las mujeres trabajadoras.
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En Castilla y León las mujeres trabajadoras, que son quienes se ven obligadas a abortar en la sanidad pública, tienen que desplazarse cientos de Km para que el procedimiento lo cubra la seguridad social.
Existe la opción de abortar en tu ciudad claro, eso sí, siempre que te lo pagues de tu bolsillo (unos 600-700euros en caso de sedación leve) . El derecho a abortar sería así para unas pocas y negado a la gran mayoría.
A esto le sumamos que a los putos desgraciados de la Junta parece no suponerles bastante castigo que tengamos que viajar a miles de Km de casa, sino que planteaban auténticas barbaridades como obligar a escuchar el latido del feto (aunque no vayan a ser aplicadas finalmente)
En otros lugares como Andalucía, aparte de estos problemas, se suman también las subvenciones de cientos de miles de euros a grupos antiabortistas para “asesorar embarazadas”.
La situación, al contrario de lo que intentan vendernos, no es consecuencia de manera exclusiva de gobiernos de PP y VOX. En comunidades gobernadas por la socialdemocracia la situación no es mucho mejor.
En Toledo o Cuenca ningún hospital realiza abortos. En el anterior artículo pueden leerse los desgarradores testimonios de mujeres que se ven obligadas a pasar por procesos violentos, solas, criminalizadas e infantilizadas por no poder pagarse una clínica privada.
Hace poco el TC reconocía los daños ocasionados a una mujer de Murcia por obligarla a desplazarse a Madrid a abortar. Pero, fuera de su mediático y electoralista triunfalismo, esta resolución está lejos de haber causado una mejora en la consecución de un derecho real al aborto.
Ante esto es necesario organizarnos de manera independiente, defendiendo la posibilidad de abortar sin ser maltratadas hoy; y, a su vez, contribuyendo a la construcción del socialismo como única manera de garantizar el aborto libre, gratuito, universal y de calidad.