Buenis soy yo Esther o Crab, soy persona no binaria y uso todos los pronombres. Hago aquí un hilo para explicar cómo ha sido mi experiencia personal. Al final del hilo meteré datos.
He elegido deliberadamente la foto para que no sea particularmente favorecedora ni afeadora. Estas son más o menos mis pintas, pa que os hagáis a la idea.
Mi identidad, como la de todo el mundo, comenzó a forjarse en la infancia. Y comenzó con identificarme siempre con hombres en la realidad, y personajes masculinos y monstruos sin género en la ficción. Siempre.
Cuando me preguntaban qué quería ser, siempre respondía en masculino. No me gustaban las faldas, ni los vestidos, ni que me llamaran guapa. Buscaba ropa ancha, masculina y siempre un poco excéntrica.
Obviamente con límites. No me dejaban llevar el pelo corto, no me dejaban llevar ropa de chico. Tuve broncas gordas con mi familia, que en algunos casos culminaron con elles arrastrándome a un probador y arrancándome la ropa para vestirme "como es debido".
Uno de los insultos que me dedicaban era "machorra", otro "marimacho". Me decían que no parecía una mujer.
Nota: es un auténtico trip que los insultos te validen y que los cumplidos te hagan sentir mal. Es, and I cannot stress this enough, genial para la autoestima.
Fun fact: si a une niñe le haces sentir que es anormal y que no es humano, no se va a sentir como un ser humano, y va a pensar que merece que le pasen cosas malas. Mencionar esto, amigues, es una pistola de Chéjov.
Cuando me enteré que, por mi pubertad, me crecerían pechos y menstruaría, reaccioné con rechazo. Dije que eso nunca me pasaría. Can't be. Esto ha sido un error burocrático cósmico que se resolverá a tiempo.
Llegan los 12 años, empezaron a desarrollárseme los pechos. Empecé a usar varios sujetadores deportivos superpuestos para aplastarlos. Mantenía una especie de vaga esperanza de frenar mi pubertad a fuerza de voluntad.
Spoiler: no.
Me llegó la regla un par de meses antes de cumplir los 13. No lloré, como muchas de mis compis.
Lo interpreté como señal de que mi cuerpo y mi vida no eran míos.
Paso de dar detalles, pero una cosa genial de sentir que tu cuerpo y tu vida no son tuyos y que realmente no eres humano: dejas que la gente te haga cosas que no deberían hacer. Total, da igual 🙃
En los siguientes años de la pubertad, me desexualicé todo lo posible. Un detalle genial y nada misógino de nuestra sociedad es, por cierto, que los pechos se consideren inherentemente sexuales.
Again, es divertidísimo odiar tener tetas pero a la vez que te recompensen cuando llevas ropa en la que se te notan las tetas. Again, esta experiencia está probablemente en común con mujeres cis.
Salí de mi casa, conocí gente. Desarrollé una sexualidad que, aunque grata, no llegaba a sentir enteramente como mía.
Conocí a la que ahora es mi pareja actual, que siempre fue consciente de que tenía movidas y siempre me ha tratado con respeto y amor.
Pasé un periodo de sobrecompensación, en el que mantenía una apariencia muy femenina. ¡Era lo que se recompensaba! A la vez, como las cosas están tan bien, que te lean como persona femenina hace que recibas menos respeto.
Reaccioné a ello desarrollando una misoginia chunga que tardó un tiempo en irse. Se manifestó sobre todo en internet. Leía y visitaba foros misóginos, seguí a peña muy chunga.
Terminé la carrera y pasé por [insertar varias experiencias bastante malas] que la peñi que me conoce ya se sabe. ¿Por qué dejé que pasara? Por una falta de autoestima y autoimagen absoluta.
Fue la mierda, pero a la vez fue el pistoletazo de salida con el presentarme al mundo de forma más parecida a lo que yo quería. Me metí de una vez en el feminismo, y comencé con el activismo. Adquirí una apariencia butch.
Leí bastante sobre misoginia internalizada y estuve rumiando sobre ello. Me "acepté" como "mujer masculina".
Cuando me emborrachaba, hablaba de que quería librarme de mis ovarios y mi útero. Me marcaban como "mujer". No los quería.
Sentía una envidia muy intensa hacia los hombres trans, pero a la vez tampoco quería ser un tío. El término "no binarie" andaba por la periferia de mi percepción.
Hablar e interactuar con la comunidad queer fue el gatillo que me hizo cambiar mi percepción.
Pasó un tiempo en el que le di mogollón de vueltas a todo esto y pasé por muchas vivencias. No details pero me faltó pasar por viaje iniciático y llorar en brazos de un chamán.
Vivir como persona no binaria me ha hecho mucho bien.
La primera vez que me vi con binder, lloré.
Durante un tiempo, usaba binder y packer. Por cosas del Cuerpo, ahora solo packeo.
He sopesado mi vida y mis posibilidades.
No tengo asco ni rechazo a mi cuerpo, solamente no lo siento como mío.
Por otra parte, un cuerpo enteramente masculino tampoco sería mi hogar.
Un detalle: aunque era más o menos consciente de mis movidas, me ayudó mucho ir a un terapeuta lgbt friendly, además ir por primera vez fue un poco así.
Otro detalle: desde que me acepto, llevo ropa "de mujer" a veces. Me gustan los vestidos y las faldas, porque, ¿sabéis qué? La ropa no tiene género, mangurrianes.